Y empieza…
Febrero de 2009, el último día para poder echar la solicitud de beca Erasmus… y la echo, sin pensarmelo demasiado, sin ser mi sueño, simplemente para ver que pasa, convencido de que con mis notas y compitiendo por las destinaciones con toda la ETSE (“Escola Tècnica Superior d’Enginyeria”) no me la darían.
Mis elecciones por orden de preferencia:
- Nottingham Trent University – UK
- Växjö Universitet – Sweden
- Università degli Studi di Torino – Italy
Y empiezan a pasar los días… por una cosa o por otra casi se me va olvidando de que he presentado la solicitud, tan convencido de que me la van a rechazar que ni me esfuerzo por imaginar como un si puede cambiar mi día a día.
Llega la semana del 15 de abril y Lau, compañera, amiga y también solicitante de Erasmus, me recuerda que el 17, viernes, salen las listas de los aceptados. Tampoco me preocupo demasiado… y cierto, llega el día, voy a mirar las listas y como había presupuesto no salgo en ellas, han rechazado mi solicitud y también la de ella. Nos vamos a casa. Mientras como me llama con un raro tono en la voz, emoción y miedo a la par, me pide mi NIU (número de estudiante de la UAB), se lo doy y en unos segundos dice: “Estamos los dos en la lista”.
Confusión, lo único que siento en ese momento. ¿Qué hago? Esto no es lo que yo había previsto, no me tenían que aceptar. Es verdad, no me han aceptado a Nottingham que era mi primera opción, pero si en… ¿Växjö? ¿Pero donde queda realmente eso? ¿Suecia? Eso esta muy al norte… ¿no hará mucho frío? ¿Y que hago yo allí? ¿Qué pinto yo en otro país sólo? Sólo no estaré, conoceré a gente, Lau también va pero… demasiado miedo, no me convence, no voy, decidido.
Pero pasan las horas y sigo pensando en ello… no me lo puedo quitar de la cabeza… si me apunté también era por algo, ¿no? Hablo con gente, amigos, familia, todos me intentan convencer de que es una gran oportunidad, que no la tengo k dejar escapar, nada nuevo, nada que yo ya no sepa y haya sopesado. Sigo pensando en el no… pero entonces aparece Laurins, una grandiosa amiga, y con una frase me hace reaccionar “No tienes que tener miedo, sé egoista por una vez en tu vida, vete”. Y la balanza se rompe.
¡Oh Dios! ¡Acabo de tomar una decisión! Y eso quiere decir empezar a moverse, empiezo a mirar cosas de Suecia, de la universidad (http://www.vxu.se/english/) y empiezo a soñar. En 4 días tengo que ir a firmar la aceptación de la beca pero casi no me he informado de nada, estaba demasiado convencido de que todo eso no tenía que ver conmigo. Intento encontrar a la coordinadora de los Erasmus de mi facultad pero no lo logro, al final encuentro su número de teléfono del despacho de la UAB (recuerdo que yo voy al campus EUI que está situado en Sabadell y no en Bellaterra), le llamó y quedo para ir a hablar con ella. ¡Pero ya es miercoles y sólo tengo hasta el jueves! Vamos Lau y yo y al llegar nos presenta el profesor que se encarga de los Erasmus a nuestra destinación. Les hacemos todas las preguntas que se nos ocurren.
- De cuánto dinero estamos hablando de beca: ~ 300€/mes
- Cuando nos vamos: ¡Dios! ¡Que nos vamos a mediados de agosto!
- Cómo va lo de las asignaturas: Tenemos que buscar las asignaturas de la universidad de destino y mirar por cuales podrían ser convalidadas aquí según la materia que se de en ellas (lo cual pensabamos que sería tan fácil como coger una tabla de equivalenvcias de asignaturas, nada mas lejos de la realidad) y como mínimo matricularnos a 10 créditos convalidables de los 20 totales que obligatoriamente se tienen que cursar por semestre.
- Mapas, catálogos, información extra de la universidad: Nada, todo lo buscamos nosotros en la web o donde podamos.
- Ayudas extras a parte de la beca Erasmus: Llegamos tarde para solicitar las becas del estado.
- Proyecto: Se puede empezar allí aunque no es muy recomendable.
- Profesores de apoyo: No, somos como estudiantes de allí así que lo que tendremos serán los profesores de allí y ya está.
También nos habían comentado que tendríamos que hacer una prueba de nivel de inglés, pero que ya nos avisarían así que tampoco nos habíamos preocupado demasiado. Pero es que al final nos llaman diciendo que es esa misma tarde o al día siguiente por la mañana, aprobar o suspender ese examen era equivalente a poder ir o no a Suecia. Decidimos jueves por la mañana. Después de repasar antiguos apuntes durante dos días y empacharnos de gramática inglesa llega jueves y vamos al examen. Consistía de 4 partes, 2 en un ordenador y 2 no: C-Test (un texto con palabras a medias y que, sabiendo inglés y poniendo mucha imaginación, se tienen que rellenar), típica parte de multiple choice, una redacción con el tema “Porqué quieres ir de Erasmus y que crees que vas a aprender” y una charla-examen de 5 minutos. Dicen que ya nos darán la nota directamente desde la oficina de intercambios… y sólo quedan horas para aceptar o rechazar la solicitud. Lau y yo vamos a tomar un café para relajarnos y al poco rato me llaman, estoy dentro, he superado la prueba, silencio incómodo, esperamos la segunda llamada pero no llega, nos vamos porque claro, yo como mínimo tengo k ir a firmar la aceptación… y su teléfono sigue sin sonar. Rabia, ¿como puede ser que a mi si y a ella no? No quiero que ella se quede aquí. Ella tenía mejor nota en todo. Y de repente suena el móvil, lo coge, le miro a la cara y al ver que aparece esa sonrisa lo sé, también está dentro. Saltamos, reimos, chillamos y hacemos el tonto en medio de la calle dirección a coger el coche para ir a firmar el SÍ. Paramos en medio de la calle aún con la sonrisa tonta, nos volvemos a mirar, sonreimos aun más y lo único que se nos ocurre es: “¡Aquí empieza nuestra aventura, somos Suecos!”