Día 1: La llegada

Aquí estoy… un montón de horas de avión y tren después he llegado a Växjö… y la verdad, de momento, decepcionante…

Empecemos con la despedida… La verdad es que no me esperaba que viniera tanta gente a mi casa a despedirme y k encima me regalaran lo que me dieron…

 

Un cuaderno de aventuras a lo Up muy bonito con fotos y anécdotas de las cosas que hemos ido pasando con mis amigos así como dedicatorias varias muy emotivas.

Mi niña me ha regalado a Syv & Sex (¡no penséis mal! son 7 y 6 en sueco), unos conejos muuuuuuy monos ^^

Y un dvd con una recopilación de fotos de momentos inolvidables.

¡Gracias a todos! Pero os sigo echando de menos…

Ahora empieza lo malo… la despedida… no se me dan bien estas cosas y me he puesto muy tonto, triste, decirle como queráis. Pero esto era de esperar. Pero después de unas cuantas horas de vuelo y mucho cansancio encima llego a Copenhague y ¿que me dicen? Que mi maleta no está así que me quedo con sólo el portátil y poca cosa más…

He cogido el tren hacia Växjö y una vez que llego nadie aparece a recogerme hasta al cabo de dos horas. Vamos a la presentación para que nos digan cuatro cosas y nos den las llaves del piso… por fin algo de tranquilidad… pero no… sorpresa la mía al abrir la puerta y encontrarme que finalmente es una habitación compartida con otra persona… ESTO no está bien, lo intentaré cambiar, me siento violado de intimidad, no tengo mi espacio… Si todo sigue así a lo mejor esta aventura termina muy pronto… No es que el chico sea mala persona pero necesito mi casa, no la nuestra. Por cierto, el chico es alemán y… ya se me ha olvidado su nombre…

Iba a escribir más, pero repasar toda esta mierda todos estos sucesos me ha hecho repensar lo de irme ya a dormir… Por cierto, por si no fuera suficiente solo hay una entrada ethernet así que ni internet cuando quiera tendré. Me pasaré por aquí lo que pueda…

Dicen que los cuervos son pájaros de mal agüero… pues este pueblo está lleno.